Era domingo 10 de diciembre de 1899. En el Teatro Romea de Murcia se
estaba representando la zarzuela “El anillo de hierro” cuando se produjo la
gran catástrofe.
Estaba la orquesta interpretando el tercer acto de la obra cuando se observó
un relampagueo de luz eléctrica seguido del reflejo de una llamarada.
Esta visión alertó al público que temiéndose que pudiese tratarse de un
incendio comenzó a evacuar el teatro, al decir de las crónicas, con gran orden,
lo que evitó una tragedia mayor. Por el contrario, las puertas laterales de
salida se encontraban cerradas cuando algunos espectadores intentaban salir por
ellas.
Ya con el teatro vacío, afortunadamente, se vino abajo la techumbre del
mismo al tiempo que se iba la luz en la ciudad.
Avisados los bomberos se presentaron en el lugar para intentar sofocar
el incendio; se vieron reforzados por el Cuerpo de Artillería de la Fábrica de
la Pólvora con su correspondiente bomba de agua y otra de la empresa del
ferrocarril. A este personal se unió el de la guardia civil, carabineros y
guardia municipal.
Solo se salvó la parte del edificio que daba a la fachada principal
donde se encontraba el salón de baile, la taquilla, el salón de espera, la casa
del conserje y los cuartos de los artistas.
La magnitud del incendio fue tal que viajeros procedentes de la vecina
Orihuela afirmaban que desde esa localidad se veían las llamas.
En cuanto a desgracias personales hubo que lamentar la muerte del joven
de 18 años Antonio Garriguez Domenech y heridos de diversa consideración que
fueron atendidos por la Cruz Roja en el puesto que instalaron en la farmacia de
don Antonio López Gómez en la Trapería.
La causa del incendio fue la combustión espontánea de unos cables
eléctricos. Ya en su momento se denunció la falta de medidas de seguridad en el
teatro como la ausencia de un telón metálico y de un retén de bomberos como era
habitual en otros teatros de España, así como del hecho de que el cuadro de la
luz eléctrica estuviese al cuidado de un joven inexperto.
El teatro, como todos sabemos, se levantó de nuevo y fue inaugurado en
febrero de 1901.