30 agosto 2019

CARLOS V EN MURCIA (1541)


En el otoño de 1541 el Emperador Carlos V organizó un ataque a las costas de Argel para acabar con el peligro que con frecuencia llegaba desde ellas hasta la península. Pero esta expedición fue un fracaso y las naves imperiales sufrieron un auténtico descalabro en octubre de 1541. El regreso a España hubo de esperar hasta el 23 de noviembre.

En esa fecha parte hacia las Baleares a donde llegaría el 13 de noviembre para desde allí poner rumbo a Cartagena arribando en la noche del 30 de noviembre al 1 de diciembre. Allí le esperaban el arzobispo de Granada, el obispo de Cartagena Juan Martínez Silíceo, el corregidor de Murcia Andrés Dávalos así como Francisco de los Cobos, comendador mayor de León, Contador mayor de Castilla y Secretario real. También el marqués de los Vélez, adelantado mayor del reino de Murcia, al que se le seguía negando su estancia en la capital.

Desde Cartagena se dirigió toda la comitiva real hacia Murcia. El 5 de diciembre de 1541 hizo su entrada en la capital Carlos V. Lo hizo por la Puerta del Puente, adornada con un arco triunfal; desde allí se dirigió por el actual Plano de San Francisco hasta la plaza Nueva ante la Puerta de Gil Vicente, y de aquí a la Puerta de Vidrieros (actual calle del Pilar), donde le esperarían ambos cabildos.

Allí, Francisco de Medina, Teniente de Corregidor agradeció a "su imperial persona" su presencia en la ciudad al tiempo que le solicitaba la confirmación de los fueros y privilegios de la Ciudad mediante "la solemnidad de juramento".  El rey contestó que: "Por cierto tenemos haver gozado y alegrado con nuestra venida y lo recevimos en servizio, y confirmaremos y juraremos los privilegios, buenos usos y costumbres, según que lo confirmaron y juraron nuestros antezesores y en lo de reposar en esta Ciudad sera el tiempo que se sufriere". A continuación, el deán Sebastián Clavijo le presentó los Evangelios "et una cruz" y ante ellos Carlos V hizo el juramento.

Tras esto se dirigió a la plaza de Santa Catalina y Trapería para llegar a la Catedral. De ella salió bajo palio dirigiéndose a las casas episcopales, que sería su lugar de estancia.

Permaneció en la ciudad hasta la mañana del día nueve que pernoctó en Cieza; el día 10 lo hizo en Hellín; el en Chinchilla; el 12 en Albacete y 13 en El Provencio al abandonar el reino de Murcia.

BIBLIOGRAFÍA:

CRISTINA TORRES-FONTES SUÁREZ. Visita de Carlos V a Murcia (5-9/XII/1541) 

29 agosto 2019

ALFONSO XIII EN MURCIA. 1903.


LUNES, 22 DE JUNIO DE 1903

Sobre las 5,57 h del lunes 22 de junio de 1903 el tren que trasladaba a Alfonso XIII a Cartagena hacía su entrada en la Estación de ferrocarril de Murcia

Ante el rey  desfilaron todas las representaciones de los organismos oficiales. Terminada la recepción, se  dió la señal para la partida del tren, apareciendo de nuevo en la ventanilla el rey, el Príncipe de Asturias y el Presidente del Consejo al Sr. Silvela.

SÁDADO, 27 DE JUNIO DE 1903

Casi una semana después el rey volvía a pasar por Murcia, ahora de regreso de Cartagena y rumbo a Madrid.

A la hora esperada ocupaban el andén las distintas comisiones oficiales.

En primer lugar se encontraba la Corporación municipal, en pleno, con maceros. También se encontraban representantes de la Diputación Provincial, Audiencia Provincial, Cabildo de la Catedral, varios diputados y senadores de la provincia, miembros de la Sociedad Económica de Amigos del País, Instituto provincial, Escuela Normal, Magisterio de la provincia, Academia de Medicina…

Tras llegar a la estación el rey se dirigió al coche que tenía preparado y que le llevaría hasta la Catedral donde oiría un “Tedeum”.

Desde la Catedral se dirigió la comitiva a la iglesia de Jesús por la calle de  Trapería, Platería, Santa Catalina, Lencería, Riquelme, Junco, San Nicolás, Santa Teresa, Sagasta, Nueva de San Agustín a la plaza del mismo nombre.    

Una vez en la iglesia y tras ser saludado por representantes de la Cofradía contempló maravillado las distintas imágenes de Salzillo. De aquí pasó a la iglesia de San Andrés donde admiró otras obras del imaginero murciano llevadas allí desde distintas iglesias con motivo de la visita real.

De aquí se dirigió hasta la fábrica grande de filatura de seda invitado por el director de la misma, el agente consular de Francia en Murcia. La fábrica se hallaba engalanada con banderas españolas y francesas y en el patio se había levantado un arco con madejas y capullos de seda.

La comitiva fue al Ayuntamiento en donde tuvo lugar la recepción oficial. En el vestíbulo esperaban el paso del monarca dos filas de señoritas con el traje típico. Al subir al primer piso un niño y una niña de unos siete años ofrecieron al Rey unos pequeños jarrones de flores y dos memoriales. El rey pasó al salón, tomando asiento en el trono que se había preparado, recibiendo a las comisiones oficiales que eran presentadas por el Alcalde D. Juan Rubio. Antes de la recepción se ha servido un espléndido lunch. Después de la recepción S. M., ante los aplausos y vítores continuados de la multitud, se asomó al balcón donde fue aclamado por la multitud.

Terminada la recepción, la comitiva regia se dirigió a la estación del ferrocarril desde donde continuaría su viaje hacia Madrid unas tres horas después de llegar a Murcia.

EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DON NICETO ALCALÁ ZAMORA EN MURCIA


El domingo 27 de marzo de 1932 a las 8 de la mañana inició su viaje desde Madrid el presidente de la República don Niceto Alcalá Zamora acompañado de los ministros de Obras Públicas y Marina. Tras siete horas y media de viaje llegó a Murcia a las 15,34 h.  Fue recibido por el gobernador civil, autoridades civiles y militares, el vicario general del obispado, el general de sexta división procedente de Valencia.


Desde la estación se dirigió al Ayuntamiento donde tuvo lugar una recepción en el Salón de Plenos.
Terminado el acto el Presidente se trasladó a la plaza de toros para asistir a una corrida con la participación de los maestros Antonio Bienvenida, Victoriano de Laserna y El Estudiante.

A las 22,45 h tuvo lugar la Fiesta Regional de la Primavera en el Teatro Romea al que asistió como mantenedor don Miguel de Unamuno y la Reina de la Fiesta junto a su Corte de Honor.

Tras esto hubo un baile en el Casino.

Después se retiró a descansar al Colegio Mayor Universitario, en el Barrio de Carmen, frente a la iglesia.

LUNES, 28 de marzo de 1932:

El Presidente lleva a cabo un recorrido por diversos lugares de la huerta comenzando por Espinardo. 

Posteriormente visitó la Estación Sericícola. En La Alberca, esperan al Presidente un grupo de señoritas con el traje regional. Una de ellas lee un manifiesto en el que denuncian la falta de escuelas en la huerta.

De regreso a la capital, se dirige la comitiva al Ayuntamiento presenciado desde el balcón central el desfile del Bando de la Huerta (13,30 h)

Terminado el Bando, el Presidente con las personalidades marcharon al Colegio Mayor para almorzar.

Por la tarde, a las 16,00 h. el Presidente visitó la iglesia de Jesús donde admiró la obra del escultor murciano Francisco Salzillo.

Asiste a una parte del partido de fútbol entre el Murcia y el At. Madrid

A las 8 de la noche, terminado el partido, visita el Museo Provincial donde admira el Belén de Salzillo.

Posteriormente el señor Alcalá Zamora se trasladó a pie desde la Plaza de San Bartolomé por las calles de Platería, Fermín Galán, Salzillo, Plaza de Santa María, Avenida del Catorce de Abril y Plano de San Francisco al Malecón.

A las 21h se organizó en la plaza de Santo Domingo el desfile del Entierro de la Sardina que el Presidente pudo contemplar desde una tribuna situada en la Plaza de la Cruz.

Finalizado el Entierro de la Sardina tuvo lugar un banquete en el Salón de Actos del Ayuntamiento, servido por “la Repostería del Casino”.

Tras presenciar la quema de la Sardina a las 12 de la noche el Presidente se retiró a descansar.

MARTES, 29 DE MARZO DE 1932

A las 10 de la mañana llegó Alcalá Zamora a la zona  donde se construirá el pantano de Camarillas.

Allí esperaban al Presidente diversas autoridades y responsables de la futura obra.

Tras una serie de discursos se procedió a inaugurar las obras del pantano.

De regreso a Murcia paró en Cieza dirigiendo la palabra a los ciudadanos desde el balcón del ayuntamiento.

A las 14,15 h ya estaba en Murcia donde almorzó.

Tras la comida el Presidente se dirigió al Parque Ruiz Hidalgo para participar en la Batalla de Flores.

Antes de que terminase la fiesta partió hacia Cartagena a donde llegó sobre las 19 h dirigiéndose a Capitanía desde cuyo balcón saludó a la población y presidió un desfile militar.

Tras esto tuvo lugar una recepción en el interior de Capitanía

A las 22h. hubo una fiesta homenaje a la República en el Teatro Circo con asistencia del presidente.

Finalizado el acto don Niceto marchó de nuevo a Capitanía donde se alojaba.

MIÉRCOLES, 30 DE MARZO DE 1932

El Presidente de la República parte desde Cartagena hacia Mallorca.





FRANCISCO FRANCO EN MURCIA (1946)


Los  días 21 y 22 de abril de 1946 una nueva riada asoló la huerta y ciudad de Murcia. Fue esta una de las grandes riadas que ha sufrido nuestra tierra.

Numerosos pueblos de la huerta sufrieron sus efectos traducidos en derrumbamientos de casas y destrozos en las tierras.

Apenas habían pasado 6 años desde el final de la Guerra Civil y Franco aún no había visitado la 

El viaje desde Madrid lo realizó en coche. A su paso por los distintos pueblos fue aclamado por la muchedumbre. Como el servilismo y la estupidez parecen no tener límite al cruzar Molina de Segura alguien colocó una pancarta en la que se podía leer: “Torrealta. Bendita sea la riada que nos trae al Caudillo”.

El general Franco llegó a Murcia el lunes 29 de abril sobre las tres de la tarde.

En el límite del término municipal se hallaban esperándole el Gobernador civil y Jefe provincial del Movimiento, Cristóbal Gracia, y el ingeniero jefe de Obras Públicas de la provincia, Gabriel Cañadas. La comitiva entró por las Puertas de Castilla y siguió por Santa Teresa, Capuchinas, plaza de Romea y calle de José Antonio hasta llegar a la plaza de Belluga donde, según el diario “Línea”, las gentes “han casi estrujado al Caudillo”.  De allí pasó a la Catedral donde oró ante la Virgen de la Fuensanta que según la impresión del mismo periodista miró a Franco “con ojos de cariño”.
De la Catedral se dirigió Franco al Ayuntamiento donde el alcalde le impuso la Medalla de Oro de la Ciudad concedida un año antes.

Tras descansar unos minutos en el despacho del alcalde salió al balcón para dirigirse a los murcianos diciéndoles que la culpa de la riada había sido de la política practicada en los últimos 60 años incapaces de resolver los problemas de la comarca.

De Murcia marchó a Cartagena. Allí visitó las factorías militares, los depósitos del Canal del Taibilla, inauguró un Instituto de Enseñanza Media y oró ante la Virgen de la Caridad. También ofrendó una corona de flores en honor del “Castillo de Olite” hundido en 1939.

El martes 30, sobre las 16,45 volvió a pasar por Murcia procedente de Cartagena y dirección a Albacete. La ciudad seguía engalanada con un arco del triunfo en el Rollo y colgaduras en Floridablanca, Colón, San Pedro, San Nicolás…

A su paso por Cieza “más de 20.000 personas aguardaban su llegada” en la avenida Calvo Sotelo “profusamente engalanada con banderas y colgaduras”.