LUNES,
22 DE JUNIO DE 1903
Sobre las 5,57 h del lunes 22 de
junio de 1903 el tren que trasladaba a Alfonso XIII a Cartagena hacía su
entrada en la Estación de ferrocarril de Murcia
Ante el rey desfilaron todas las representaciones de los
organismos oficiales. Terminada la recepción, se dió la señal para la partida del tren,
apareciendo de nuevo en la ventanilla el rey, el Príncipe de Asturias y el
Presidente del Consejo al Sr. Silvela.
SÁDADO,
27 DE JUNIO DE 1903
Casi una semana después el rey
volvía a pasar por Murcia, ahora de regreso de Cartagena y rumbo a Madrid.
A la hora esperada ocupaban el
andén las distintas comisiones oficiales.
En primer lugar se encontraba la
Corporación municipal, en pleno, con maceros. También se encontraban
representantes de la Diputación Provincial, Audiencia Provincial, Cabildo de la
Catedral, varios diputados y senadores de la provincia, miembros de la Sociedad
Económica de Amigos del País, Instituto provincial, Escuela Normal, Magisterio
de la provincia, Academia de Medicina…
Tras llegar a la estación el rey
se dirigió al coche que tenía preparado y que le llevaría hasta la Catedral
donde oiría un “Tedeum”.
Desde la Catedral se dirigió la
comitiva a la iglesia de Jesús por la calle de
Trapería, Platería, Santa Catalina, Lencería, Riquelme, Junco, San
Nicolás, Santa Teresa, Sagasta, Nueva de San Agustín a la plaza del mismo
nombre.
Una vez en la iglesia y tras ser
saludado por representantes de la Cofradía contempló maravillado las distintas
imágenes de Salzillo. De aquí pasó a la iglesia de San Andrés donde admiró
otras obras del imaginero murciano llevadas allí desde distintas iglesias con
motivo de la visita real.
De aquí se dirigió hasta la
fábrica grande de filatura de seda invitado por el director de la misma, el
agente consular de Francia en Murcia. La fábrica se hallaba engalanada con
banderas españolas y francesas y en el patio se había levantado un arco con
madejas y capullos de seda.
La comitiva fue al Ayuntamiento
en donde tuvo lugar la recepción oficial. En el vestíbulo esperaban el paso del
monarca dos filas de señoritas con el traje típico. Al subir al primer piso un
niño y una niña de unos siete años ofrecieron al Rey unos pequeños jarrones de
flores y dos memoriales. El rey pasó al salón, tomando asiento en el trono que se
había preparado, recibiendo a las comisiones oficiales que eran presentadas por
el Alcalde D. Juan Rubio. Antes de la recepción se ha servido un espléndido
lunch. Después de la recepción S. M., ante los aplausos y vítores continuados
de la multitud, se asomó al balcón donde fue aclamado por la multitud.
Terminada la recepción, la
comitiva regia se dirigió a la estación del ferrocarril desde donde continuaría
su viaje hacia Madrid unas tres horas después de llegar a Murcia.
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