En el otoño de 1541 el Emperador Carlos V
organizó un ataque a las costas de Argel para acabar con el peligro que con
frecuencia llegaba desde ellas hasta la península. Pero esta expedición fue un
fracaso y las naves imperiales sufrieron un auténtico descalabro en octubre de
1541. El regreso a España hubo de esperar hasta el 23 de noviembre.
En esa fecha parte hacia las Baleares a
donde llegaría el 13 de noviembre para desde allí poner rumbo a Cartagena arribando
en la noche del 30 de noviembre al 1 de diciembre. Allí le esperaban el
arzobispo de Granada, el obispo de Cartagena Juan Martínez Silíceo, el
corregidor de Murcia Andrés Dávalos así como Francisco de los Cobos, comendador
mayor de León, Contador mayor de Castilla y Secretario real. También el marqués
de los Vélez, adelantado mayor del reino de Murcia, al que se le seguía negando
su estancia en la capital.
Desde Cartagena se dirigió toda la
comitiva real hacia Murcia. El 5 de diciembre de 1541 hizo su entrada en la
capital Carlos V. Lo hizo por la Puerta del Puente, adornada con un arco
triunfal; desde allí se dirigió por el actual Plano de San Francisco hasta la plaza
Nueva ante la Puerta de Gil Vicente, y de aquí a la Puerta de Vidrieros (actual
calle del Pilar), donde le esperarían ambos cabildos.
Allí, Francisco de Medina, Teniente de
Corregidor agradeció a "su imperial persona" su presencia en la
ciudad al tiempo que le solicitaba la confirmación de los fueros y privilegios
de la Ciudad mediante "la solemnidad de juramento". El rey contestó que: "Por cierto tenemos
haver gozado y alegrado con nuestra venida y lo recevimos en servizio, y
confirmaremos y juraremos los privilegios, buenos usos y costumbres, según que
lo confirmaron y juraron nuestros antezesores y en lo de reposar en esta Ciudad
sera el tiempo que se sufriere". A continuación, el deán Sebastián Clavijo
le presentó los Evangelios "et una cruz" y ante ellos Carlos V hizo
el juramento.
Tras esto se dirigió a la plaza de Santa
Catalina y Trapería para llegar a la Catedral. De ella salió bajo palio dirigiéndose a
las casas episcopales, que sería su lugar de estancia.
Permaneció en la ciudad hasta la mañana del día nueve que pernoctó en Cieza; el día 10 lo hizo en Hellín; el en Chinchilla; el 12 en Albacete y 13 en El Provencio al abandonar el reino de Murcia.
Permaneció en la ciudad hasta la mañana del día nueve que pernoctó en Cieza; el día 10 lo hizo en Hellín; el en Chinchilla; el 12 en Albacete y 13 en El Provencio al abandonar el reino de Murcia.
BIBLIOGRAFÍA:
CRISTINA TORRES-FONTES SUÁREZ. Visita de Carlos V a Murcia (5-9/XII/1541)
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