[i]El
domingo 24 de abril de 1927 tuvo lugar la Coronación canónica de la Virgen de
la Fuensanta.
La jornada comenzó a las 10,30 con la celebración de la
Santa Pontifical oficiada por el Nuncio de Su Santidad monseñor Tedeschini,
acompañado por los obispos de Cartagena, Orihuela, Oviedo y Salamanca. La misa fue cantada por cantores de la
capilla real venidos expresamente desde Madrid para la ocasión.
Antes de iniciarse la misa el alcalde, Sr. Martínez García,
ofreció las coronas al Nuncio para que las bendijese tras lo cual el secretario
de cámara del obispo dio lectura desde el púlpito al decreto papal autorizando
la coronación canónica.
Tras finalizar la misa, el Nuncio impartió la bendición
papal.
A las doce de la mañana se organizó la procesión que habría
de llevar la imagen de la Virgen de la Fuensanta desde la Catedral hasta el
Puente de los Peligros donde tendría lugar el acto de coronación. La Virgen
vestía un traje y manto grana bordado en oro regalo de su camarera, María
Codorníu.
Abría la misma un piquete de la Guardia Civil seguida por
distintas comisiones del Seminario, Colegio de San José, clero de todas las
parroquias, órdenes religiosas, caballeros de la Fuensanta, Cabildo
catedralicio, Ayuntamiento en pleno, Diputación Provincial, Órdenes Militares…
En lugares preferentes se ubicó una nutrida representación
de caballeros de las Órdenes militares con su hábito y los estudiantes del
Seminario y Colegio de San José.
Junto al altar mayor se sentaron el infante Fernando María
de Baviera como representante del rey, el ministro de Hacienda Calvo Sotelo y
el Ayuntamiento en pleno bajo mazas.
LA CORONACIÓN
Una vez todos en el puente, el alcalde hizo entrega de la
corona al Nuncio con la que este bendijo al pueblo. A continuación, posó la
corona sobre la cabeza del Niño y después sobre la Virgen al tiempo que
repicaban las campanas de todas las iglesias de la ciudad y que una bandada de
palomas y de globos cruzaban el cielo a los sones de la marcha real y las voces
de las gentes.
Seguidamente tomó la palabra el murciano obispo de
Salamanca, Francisco Frutos Valiente para ponderar el momento que se estaba
viviendo.
Terminado el discurso del obispo Frutos se organizó la
procesión de regreso a la Catedral desde el puente por la plaza Martínez
Tornel, calle y plaza de Zorrilla, Frenería y plaza de Belluga entre los
vítores, aclamaciones y nubes de pétalos que caían sobre la imagen.
Llegados a la Catedral se entonó un Tedeum oficiado por el
Nuncio.
Finalizados los actos de la Coronación de la Virgen de la
Fuensanta, los fieles desfilaron ante la imagen, ya dentro del templo para
admirar a su Virgen.
El martes 26, la Virgen fue llevada en romería a su
santuario del monte.