03 agosto 2023

INAUGURACIÓN DEL CAMPO DE LA CONDOMINA (1924)

Es 25 de diciembre de 1924, día de Navidad. En Murcia tiene lugar un hecho fundamental en la historia del deporte murciano y del Real Murcia más concretamente. Se inaugura el campo de fútbol de La Condomina donde el primer club de la Región vivirá momentos de gloria y también alguna que otra decepción.

Es presidente de la entidad don Luis Pardo que, gracias a su empeño, ha conseguido hacer realidad el sueño de tener un campo propio.

Son las 2,30 de la tarde cuando saltan al campo los dos equipos de fútbol, primero el Martinenc de Barcelona seguido del Real Murcia formando un semicírculo en el centro del campo.

El árbitro, señor García Calvo y los “linesman” señores Ortega y Servet se dirigen a la tribuna donde se encuentra la madrina del “Stadium”, la señorita Josefina Pardo para acompañarla hasta el círculo central donde recibe un ramo de flores.     

A continuación, tiene lugar la bendición del campo a cargo el representante del obispo, el Provisor del Obispado don Antonio Álvarez Caparrós.

Finalizada la parte religiosa del acto, la señorita Pardo, a los acordes de la Marcha Real hace el “kick off” o saque de honor.  

Finalizados los actos protocolarios comienza el partido.

El primer gol en este estadio es obra del murcianista Ariño a pase de Thompson. El segundo gol, también del Real Murcia lo marca Castro. Con un 2-0 finaliza la primera parte.

En la segunda parte el Real Murcia aumenta su ventaja con otro gol obra de Servet; minutos después los catalanes acortan distancias llegando al resultado final de 3-1.

Al día siguiente, el 26 de diciembre, se repitió el partido siendo el resultado final de empate a 2.

 

Fuentes:

El Liberal de Murcia, 26-12-1924

La Verdad, 27-12-1924

regmurcia.com




14 julio 2023


El palacio de los Descabezados

Entre las calles Selgas y Siervas de Jesús, en el murciano barrio de San Lorenzo en encontraba, hasta 1832, el conocido como Palacio de los Decabezados. Tan curioso e inquietante nombre le viene dado de una historia/leyenda que vamos a recordar de la mano de Francisco de Paula Mellado que la relata en su libro escrito en 1849 Recuerdos de un viage por España.

 

Alfonso X el Sabio, poco después de la conquista de Murcia, hizo donación a uno de sus soldados más famosos, miembro de la familia de los Guzmanes, de un palacio en la ciudad, donde moraba con dos hijos bastardos.

A media legua de distancia, y camino de Monteagudo, vivía en una torre una hermosa dama, viuda de otro valeroso caballero. El caballero de Guzmán, tras conocerla, quedó prendado de ella pero fue rechazado en diversas ocasiones por lo que decidió cavar un túnel que uniese su casa con la de su amada para poder llegar hasta ella sin oposición.

Una vez que la tuvo en su poder continuó insistiendo en sus pretensiones amorosas. La dama le informó entonces de su intención de ingresar en un monasterio tal y como había prometido tras la muerte de su esposo.

Ni por esas se dio por vencido el de Guzmán que mantuvo retenida contra su voluntad a la mujer.  

Llegó la noticia a oídos del rey que envió tropas para liberar a la viuda. Guzmán se enfrentó a las tropas reales pero cuando se vio perdido degolló a la joven, arrojó la cabeza por la ventana quemó su casa y huyó con sus dos hijos.

El rey Sabio sentenció a Guzmán y a sus hijos a ser degollados en efigie en las dos estatuas de piedra que decoraban la fachada del palacio y a cerrar el mismo de manera perpetua.

Desde ese día se comenzaron a oír ruidos y gritos de espíritus del más allá que mantenían en vilo al vecindario.

Para exorcizar la casa los murcianos de la época decidieron hacer una gran procesión con el Santísimo y la presencia del clero local, órdenes religiosas y autoridades civiles de la ciudad.

Al pasar la procesión ante el palacio encantado una mano de esqueleto asomó por la ventana llamando al prior de Santo Domingo. Este entró en la casa y tras varias horas salió de la misma con el aspecto de un anciano. A los tres días falleció.

Conocemos la fachada del edificio por una ilustración de Ivo de la Cortina contemporáneo de Mellado.




06 agosto 2022

MONUMENTO A FERNÁNDEZ CABALLERO (1935)

El 21 de abril de 1935, Domingo de Resurrección, a las 12 de la mañana, tuvo lugar en Murcia la inauguración del monumento al insigne músico murciano don Manuel Fernández Caballero en la plaza de Romea, obra del escultor murciano José Planes.

El acto se llevó a cabo pese a que el monumento no estaba acabado en esa fecha. La parte superior del mismo se hizo de madera y la ornamentación tampoco estaba acabada.

Al acto asistieron, entre otras autoridades, el ministro de Estado, vicepresidente del Consejo de ministros y diputado por Murcia, el cartagenero Juan José Rocha García; el también murciano Antonio Dubois, director general de Bellas Artes; don Luis Fernández Lapuente, hijo del homenajeado y don José Pérez Mateos, presidente de la Comisión pro-monumento.

A la llegada del ministro se interpretó el Himno nacional a cargo de la Banda de Música de Cruz Roja ataviados con el traje de huertanos.

El acto comenzó con el canto, por parte del Orfeón Fernández Caballero, del Himno a Murcia, de Jara Carrillo y Ramírez. La parte femenina del orfeón vestían traje de huertana.

Tras esto toma la palabra el señor Pérez Mateos, presidente de la Comisión promonumento, quien, tras saludar y dar la bienvenida a los presentes, denunció la falta de medios existente en España para que genios como Fernández Caballero pudieran alcanzar cotas más altas en el panorama artístico mundial. Ofrece al alcalde el monumento en nombre de la Comisión instando a continuar la senda con la erección de otras estatuas a murcianos ilustres que carecen de ella como Saavedra Fajardo o Salzillo.

Aboga por despertar el espíritu dormido del murciano exaltando en los jóvenes el sentimiento regionalista y el amor a su tierra.

Le sucede en el uso de la palabra el Sr. Alcalde, don José Musso, que dice recibir emocionado el monumento y da las gracias a cuantos habían hecho posible el nuevo monumento.

El acto continuó con las palabras del hijo del homenajeado, don Luis Fernández Lapuente que en nombre de la familia expresa su agradecimiento a cuantos han hecho posible el levantamiento de este monumento, autoridades, Comité y público en general. Recordó la última visita de su padre a la ciudad en 1903, en la que recibió, de manos del alcalde, la medalla y el nombramiento de Hijo Predilecto que posteriormente ofreció a la Virgen de la Fuensanta.

Seguidamente el vicepresidente del gobierno descubrió el monumento, cubierto hasta ese momento por una bandera nacional.

Finalizado el acto se celebró un banquete en el Casino al que asistieron las autoridades y Comisión promonumento.






23 junio 2022

ANDRÉS BAQUERO (1853-1916)

Don Andrés Baquero Almansa nació en Murcia el 3 de diciembre de 1853.

Con solo 17 años fundó “La Ilustración Murciana” donde se publicaban especialmente temas murcianos. A los 19 marchó a Salamanca y Madrid para iniciar sus estudios universitarios.

Trabajó como archivero de la Presidencia del Consejo de Ministros hasta 1879 que ingresa en el Cuerpo de Facultativos de Archivos, Bibliotecarios y Arqueólogos. 

En 1884 regresa a Murcia como catedrático de Poética y Retórica en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza y del que llegaría a ser su director impulsando desde ese puesto la educación y la cultura murciana y siendo un hombre clave en la fundación de la Universidad de Murcia del que fue comisario regio con las atribuciones de rector. El discurso inaugural del primer curso de la Universidad lo pronunció el 7 de octubre de 1915.

Murió poco después, el 7 de enero de 1916.




04 marzo 2022

FRANÇOISE DUPARC (1726-1778)

Françoise Duparc, nació en Murcia en 1726. Era hija del escultor francés afincado en Murcia Antoine Duparc, conocido en España como Antonio Dupar y de la murciana Gabriela Negrela.

A la gubia de Dupar debemos un buen número de obras de arte de la Región como el San Juan Bautista en la parroquia del mismo nombre, la Inmaculada de la Colegiata de Lorca o unos angelotes en la capilla del Pilar de la Catedral entre otros. Fue un influjo para Francisco Salzillo en los primeros años de su vida como escultor.

François, conocida durante sus años de estancia en Murcia como Francisca, vivió en la ciudad hasta 1745 cuando a la edad de 19 años marchó con su familia a Francia. Vivió en París y Londres, donde llegó a participar en dos exposiciones. En 1771 volvió a Marsella donde moriría siete años después, el 2 de octubre de 1778.

Aunque se llegaron a inventariar un total de 41 cuadros, hoy solo se conservan 5. 

Cabeza de una niña

Mujer cosiendo

La tisanera

Mujer mayor

Un hombre con un saco doble