El Concejo convoca el 11 de octubre de 1701 un concurso para levantar un puente provisional de madera, siendo aprobado el proyecto de Matías Marfil.
En enero de 1702 sale a concurso el puente de piedra, al que fueron presentados seis modelos. Llegaron a Murcia para examinar los planos dos "maestros de obras de agua" que se decantaron por el proyecto de Juan de Córdoba Riquelme.
El ayuntamiento adoptó ese proyecto el 21 de abril de 1702. Sin embargo las obras no se iniciaron.
TORIBIO MARTÍNEZ DE LA VEGA (1703)
Por el Cabildo de 7 de julio de 1703 sabemos que Toribio Martínez de la Vega se ofrece a entregar una planta para el puente de piedra. Sorprende esta decisión del Concejo pues ya existía el proyecto de Córdoba Riquelme.
La ciudad se decidió por el proyecto de Martínez de la Vega el 17 de mayo de 1704, siendo sancionado posteriormente por el Real y Supremo Concejo de Castilla.
Al no existir ningún puente el paso de una orilla a otra se hacía mediante barcas. En enero de 1715 una barca se hundió pereciendo bastantes personas.
INICIO DE LAS OBRAS (1718)
Se resuelve comenzar el puente en el cabildo de 7 de mayo de 1718.
El 10 de septiembre de 1718, se coloca primera piedra en el estribo central. Se celebró con toda solemnidad la ceremonia, siendo presidida por el obispo Luis Belluga y Moncada y con la asistencia del Cabildo eclesiástico, el Corregidor y el Concejo en pleno.
Al mes de iniciadas las obras, se suspendieron, para poder atender al donativo de 14.000 doblones que correspondían aportar al Reino de Murcia pedido por el rey.
Siguiendo con los informes de Martínez de la Vega, sabemos que en la segunda interrupción de las obras (23 de marzo de 1723) los estribos habían alcanzado "una altura y nivelación con la proporción de círculo y buelta de arco de ocho iladas de piedra labrada".
En 1726 Toribio Martínez de la Vega se traslada a Málaga para realizar diversas obras hidráulicas, no sin antes haber pleiteado lo bastante el Concejo de Murcia para evitar su partida.
GERÓNIMO GÓMEZ DE AYA (1733)
Finalmente la Junta nombra "Maestro maior para la continuación en la fábrica del Puente de piedra del Río Segura y construcción de su muralla" a Gerónimo Gómez de Aya (11 de febrero de 1733).
Las obras quedan nuevamente suspendidas hasta 1739 en que el Corregidor Antonio Heredia y Bazán da el impulso definitivo.
En estos años, durante los que estuvieron paralizadas las obras del puente, hubo un acuerdo de la Junta por la que de los caudales destinados a la fábrica del puente, se aplicaran parte de ellos al derribo del Torreón de la Inquisición.
JAIME BORT (1739)
En 1739 se hace cargo de la dirección de las obras el arquitecto Jaime Bort, que lo era de la nueva fachada que se estaba construyendo en la catedral.
Martínez de la Vega había hecho los cimientos, dejando la obra cerca del enrase de los arcos, donde había que colocar la primera hilada de dovelas, a la altura del nivel de las aguas. El puente tenía construido sus cimientos con una profundidad de 3,40 metros, hechos de mampostería y revestimiento de sillería. Los estribos estaban en sus comienzos. Jaime Bort se encontró con los puntos de apoyo levantados, salvados ya los mayores obstáculos; recibió los planos de Toribio y conforme a ellos siguió trabajando. No obstante, encontró algunas deficiencias que quiso reiterar en un memorial presentado a la Junta del Puente el 26 de agosto de 1740.
Encuentra que "los costados del derrame, que mira al norte, no podían subsistir, ni unirse a la nueva obra con la seguridad correspondiente" y para ello "se hace preciso porción considerable de obra, para la firmeza de dho. derrame". Bort quiere ampliar aún más la entrada al puente, no obstante haberse derribado el edificio de la Inquisición que suponía un ingreso holgado. El maestro de la fachada catedralicia propone unas "bóvedas cónicas cortadas verticalmente en figura circular", tomando como modelo las trompas que "inventó el famoso Arquitecto Anet".
En 1740 se acaban los arcos, después se hicieron los muros de encauzamiento del río, así como los tímpanos y el pretil. Se empiezan a cuidar los detalles decorativos, siendo Bort el encargado de realizar los diseños para los niños y remates de los tajamares.
El arquitecto Jaime Bort ordenó colocar en la clave de la bóveda del arco septentrional una lápida recordatoria de la finalización de los arcos del puente.
DIA DE NVESTRA SEÑORA DE
LA ASVMCION SE PVSO LA
VLTIMA PIEDRA AÑO DE 1740
VIRGEN DE LOS PELIGROS (1742)
El 22 de setiembre de 1742 el Concejo de la Ciudad decide acudir a un solemne oficio religioso en la catedral "con el motibo de la colocación sobre el derrame del puente de piedra de la milagrosa imagen de nra. señora de los Peligros". Sobre los tajamares se colocaron dos triunfos con las esculturas de los ángeles S. Miguel y S. Rafael, obras de Joaquín Laguna. Debajo de ambas, dos Iápidas concedían la gloria a Jaime Bort, que tan sólo era el continuador de la obra de Toribio Martínez de la Vega. Podemos ver cómo quedó terminado el puente.
"Vista occidental de la Ciudad de Murcia", grabado de Palomino para el “Atlante español” de Espinalt.
La construcción sufrió varias modificaciones, que no llegaron a variar su estructura. Primero, a causa de un seísmo, tuvieron que ser demolidos los dos templetes con los ángeles, previo informe del arquitecto Francisco Bolarín en 1837, lo que le restó belleza. Tendría después dos ampliaciones en los andenes laterales en 1849 y 1867. Así desaparecieron los primitivos pretiles proyectados por Toribio Martínez de la Vega.
Fuentes:
• HERNANDEZ ALBALADEJO, Elías. Puente Viejo de Murcia
• FRUTOS BAEZA, José. Bosquejo histórico de Murcia y su concejo.
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