Pedro I de Castilla, apodado el Cruel,
tuvo una gran vinculación con Murcia pues la guerra que mantenía con el rey de
Aragón, el otro Pedro, hizo que con frecuencia fijase su cuartel general en el
Reino de Murcia.
También fue Pedro I quien concedió al
Concejo de Murcia el privilegio de ostentar la sexta corona en su escudo, amén
de los castillos y leones que orlan el mismo.
Pero hay otra vinculación, quizá no tan
conocida, como es el nacimiento de uno de sus hijos en Murcia.
Corría el año 1364 cuando el rey envió
una cédula al Concejo de Murcia comunicándole la partida hacia esta ciudad de su
amante doña Isabel de Sandoval “madre de don Sancho, fijo mío”. En el mismo
escrito manda al obispo de Cartagena don Nicolás de Aguilar que con cien
hombres a caballo se desplace hasta Hellín para recibirla y acompañarla hasta
Murcia.
Y en Murcia dio a luz a su hijo don Juan.
El municipio regaló a doña Isabel una
copa de plata que compraron al vecino Juan Flores.
También hubo de hacerse cargo de los gastos
originados por el traslado de esta señora y su hijo hasta Sevilla en febrero de
1365.
Según nos cuenta don José Ramos Rocamora en su obra "Noticias de varias cosas que han acontecido en diversos pueblos y en particular en esta Muy Noble Ciudad de Murcia", Don Vicente Carbonell, vecino y maestro campanero de la ciudad de Cartagena y natural de Mataró, hizo la campana Fuensanta de la Catedral de Murcia.
El 3 de febrero de 1777 se inició el viaje desde la ciudad costera hacia Murcia que duró 7 días. El día 10 de febrero entraron en la ciudad depositándola al pie de la torre. El miércoles día 12 la pesaron y pesó 453 arrobas de metal nuevo.
El día 20 la bendijeron y le impusieron el nombre de María de la Fuensanta. El 15 de mayo, a las 6,15 de la mañana al empezaron a subir a la torre con dos tornos, llegando a lo alto a las 7,30.
El día 21 la pusieron en la fachada que mira a las cadenas.
El día 23, viernes, al toque del conjuro, fue la primera vez que la tocaron.
Tras la rebelión mudéjar doña Violante,
esposa de Alfonso X, envía una misiva a su padre el rey de Aragón Jaime I.
Beltrán de Villanueva, aragonés al
servicio de la reina castellana, es el encargado de transportar la carta y
entregársela entre el 25-28 de junio de 1264.
Aunque el rey recibió de buen grado el
recado de su hija, hubo de someter la empresa al juicio de las Cortes de Aragón
y Cataluña.
Aunque ninguna era muy partidaria de esta
empresa, las catalanas la aprobaron el 23 de noviembre de 1264 y las aragonesas
en abril de 1265.
Una vez salvados todos los obstáculos el
rey de desplazó de Zaragoza a Teruel y de allí a Valencia y Játiva donde estuvo
desde el 5 al 8 de noviembre. Pasó luego a Biar, en la frontera
castellano-aragonesa para desde allí cruzar adentrarse en tierras castellanas.
La primera parada fue Villena, Elda,
Petrel, Monforte, Alicante, Elche, Orihuela
A finales de noviembre de 1265 se
encontraban en Alicante, junto al rey, Alfonso García de Villamayor, adelantado
mayor del Reino de Murcia; Pedro Guzmán, adelantado de Castilla; Pelay Pérez
Correa, Maestre de Santiago, Hugo de Malavespa, maestre del Hospital; el
infante don Pedro, el obispo de Barcelona y el infante don Manuel.
Estando las huestes en Orihuela
preparando la conquistade Murcia
llegaron noticias desde Lorca de una fuerza de 800 jinetes que desde Granada se
dirigía a Murcia para auxiliarla.
Con urgencia salieron hacia Murcia para
esperar a las fuerzas granadinas esperándolas, según Cascales, en “la
Buznegra”.Al darse cuenta los moros de
la presencia cristiana dieron media vuelta y se refugiaron en Alhama. Tras esto
don Jaime y sus ejércitos regresaron a Orihuela lo que aprovecharon los moros
de Alhama para llegar hasta Murcia con el convoy de abastecimientos.
Desde Orihuela partió don Jaime hacia
Alcaraz donde había quedado con su yerno el rey don Alfonso y su hija doña
Violante.
Existe un documento alfonsí fechado el 8
de diciembre de 1265 en Alcaraz.
El 19 del mismo mes don Jaime está ya en
Pinar de Villena; de allí a Monforte, Elche y Orihuela donde permanecería unos
15 días pasando allí la Navidad.
El día 2 de enero de 1266 salía don Jaime
de Orihuela dirección a Murcia.
La ciudad fue sitiada durante unos pocos
días pues el 20 de enero el rey recibió a una comitiva de la ciudad para pactar
su capitulación.
Hay una segunda entrevista el día 23 en
la que los moros presentan sus condiciones para la capitulación.
Vuelven los emisarios musulmanes a
entrevistarse con don Jaime el 26 de enero y es en esta reunión en la que le
manifiestan que aceptan lo tratado en las reuniones anteriores.
El día 29 dejaron desocupado el alcázar.
El día 30 ondea la señera real en dicho alcázar. El día 31 subió don Jaime al
alcázar entrevistándose con el alguacil y cinco moros principales. Desde allí
hizo la división de la ciudad en dos partes incluyendo la mezquita mayor en la
parte cristiana. Los moros protestaron pues en las capitulaciones se decía que
serían respetadaslas mezquitas, pero
don Jaime insiste en que en el resto de la ciudad hay diez mezquitas más y que
los cristianos necesitaban una iglesia para orar.
La mezquita fue consagrada y construido
un altar, así el 2 de febrero se hizo la entrada oficial en la ciudad mediante
una procesión desde el campamento real celebrándose una misa. Finalizados los
actos don Jaime se retiró al alcázar, su nueva residencia.
Representación de la entrada a Murcia de Jaime I, de Mauricio Ramos, en el Museo de la Ciudad.
El 6 de febrero el rey de Aragón decide
entregar la ciudad al adelantado Alfonso García de Villamayor y enviar unos
emisarios para informar a Alfonso X de los últimos acontecimientos y pidiéndole
que enviase tropas para hacerse cargo de sus posesiones.
La última fecha que nos consta de don
Jaime en Murcia es la de 4 de marzo de 1266. El 9 de marzo ya está en Alicante.
Bibliografía:
Torres Fontes, Juan. La reconquista de
Murcia en 1266 por Jaime I de Aragón. Academia Alfonso X el Sabio. Biblioteca
Murciana de Bolsillo.