Pedro I de Castilla, apodado el Cruel,
tuvo una gran vinculación con Murcia pues la guerra que mantenía con el rey de
Aragón, el otro Pedro, hizo que con frecuencia fijase su cuartel general en el
Reino de Murcia.
También fue Pedro I quien concedió al
Concejo de Murcia el privilegio de ostentar la sexta corona en su escudo, amén
de los castillos y leones que orlan el mismo.
Pero hay otra vinculación, quizá no tan
conocida, como es el nacimiento de uno de sus hijos en Murcia.
Corría el año 1364 cuando el rey envió
una cédula al Concejo de Murcia comunicándole la partida hacia esta ciudad de su
amante doña Isabel de Sandoval “madre de don Sancho, fijo mío”. En el mismo
escrito manda al obispo de Cartagena don Nicolás de Aguilar que con cien
hombres a caballo se desplace hasta Hellín para recibirla y acompañarla hasta
Murcia.
Y en Murcia dio a luz a su hijo don Juan.
El municipio regaló a doña Isabel una
copa de plata que compraron al vecino Juan Flores.
También hubo de hacerse cargo de los gastos
originados por el traslado de esta señora y su hijo hasta Sevilla en febrero de
1365.
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