La Patrona de Cabezo de Torres es la Virgen de las Lágrimas.
Este patronazgo tiene su origen en el milagro ocurrido los días 8 y 9 de agosto
de 1706 cuando un busto de la Virgen de los Dolores propiedad de Francisco
López Majuelo sudó y lloró.
Fue la criada de la casa la primera en observar el fenómeno.
Tras avisar a su señor, este con toda su familia y vecinos avisados de lo que
estaba ocurriendo también pudieron comprobar como el busto de la Virgen sudaba
y lloraba empapando el paño que había bajo el busto y saliendo el líquido de la
urna que guardaba la imagen por lo que hubo que recogerla en unos recipientes;
este hecho se repitió hasta tres veces a lo largo del día.
Hasta Cabezo de Torres se trasladó el obispo Belluga y
aunque no llegó a verla llorar quedó hondamente impresionado. Tras examinarla
personalmente y recabar la opinión de distintos peritos concluyó que era
imposible una falsificación y que el milagro era cierto.
El día 11 era trasladada a la Catedral depositándose en la
capilla de San Andrés, junto a la puerta de la sacristía.
La imagen fue devuelta a Cabezo de Torres en 1994 por el
obispo Azagra.
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