Es la tercera capilla de la nave lateral norte desde el crucero.
Fundada en
1440 por el canónigo Bartolomé Brian bajo la advocación de los Santos Reyes
pasando poco después a llamarse de san Calixto.
En 1482 la
compró el deán Martín de Selva que hizo la ampliación del fondo.
La capilla fue
en su origen gótica.
En 1811, el
arquitecto Francisco Bolarín altera el arco ojival de la entrada en arco de
medio punto, y transforma el interior en una de las capillas de estilo
neoclásico. Al reformarla se demolió todo lo que había y se hizo una nueva,
obra de Ginés Ruiz con cúpula tabicada de media naranja sobre cuatro arcadas
iguales de medio punto y linterna.
El retablo
neoclásico, de Ginés Ruiz, está compuesto de dos columnas lisas de granito, con
capiteles corintios dorados. En el tímpano,
un triángulo, símbolo de la divinidad, del que salen radios dorados formando un
círculo. Flanquean dos ángeles rampantes
en actitud de adoración obra del valenciano José Molino. Triples columnas de
piedra, pareadas, con capitel corintio, marcan los límites de un cuadrado.
En el siglo
XVIII, al ser beatificado el murciano Andrés Imbernón se le dedicó la capilla. La imagen policromada del beato es obra de
Roque López.
Aquí se encuentran los sepulcros de
Saavedra Fajardo (1584-1648), José Selgas (1822-1882) y el sacerdote Juan Sáez
Hernández (1897-1982) en las paredes izquierda, derecha y suelo,
respectivamente.
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