16 junio 2019

SAN VICENTE FERRER EN MURCIA


En 1411, procedente de Lorca y Librilla y siguiendo su ruta de predicación, Vicente Ferrer llega a Murcia el 9 de abril, Jueves Santo, acompañado por Leonardo García encargado de tomar nota de los milagros que el religioso iba realizando. Se alojó en el convento de los dominicos fundado en 1266 en los huertos del último rey musulmán de Murcia.

Ese día pronuncia los dos primeros sermones de los seis que dirá en Murcia.

Era Domingo de Ramos cuando Vicente Ferrer se dirigió a los murcianos congregados en la actual Plaza de Santo Domingo. Tras anunciarles que Murcia estaba dominada por el demonio exigió a este que abandonase la ciudad; en ese momento se oyó un gran griterío procedente de la calle Trapería desde donde llegaron cuatro caballos desbocados que pasaron junto a la multitud sin causar ningún mal. Según les dijo Vicente Ferrer a los murcianos allí congregados, esos caballos eran unos demonios que abandonaban la ciudad por el arrepentimiento de sus habitantes.
Poco después abandonaría la ciudad; el miércoles 15 de abril ya lo encontramos en Molina, Cieza, y posteriormente en Jumilla, Hellín, Tobarra, Chinchilla, Albacete…

Ese mismo año y como consecuencia de la visita del santo, se funda la Archicofradía de la Sangre.

En la fachada de la iglesia de Santo Domingo, de Murcia, podemos ver a Vicente Ferrer en un falso balcón predicando a los murcianos.

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