23 enero 2020

ALFONSO XIII EN CARTAGENA Y LOS ALCÁZARES (1923)


El 20 de marzo de 1923 el rey Alfonso XIII llegó a Cartagena en tren acompañado por el gobernador civil de la provincia y el ministro de Marina. Una compañía de infantería con bandera y música le rindió los honores correspondientes.

De la estación se trasladó hasta el Hospital de la Caridad donde oró ante la patrona de la ciudad para a continuación marchar hasta el puerto donde cogería una lancha que lo llevaría hasta el acorazado “España” donde se alojaría los días de estancia en Cartagena.

Toda la tarde la pasó el monarca en la Constructora Naval y la Base de submarinos conociendo los distintos departamentos.

A las 7 de la tarde, en Capitanía General, hubo una recepción al personal civil. Por último a las 9, en el acorazado “España” el rey ofreció una cena a las autoridades.[1] No hubo champag ni brindis.[2]según señala el cronista de La Verdad.

Al día siguiente, el miércoles 21, se trasladó en coche hasta Los Alcázares. En su recorrido paró la comitiva en La Unión donde saludó al alcalde, concejales y autoridades civiles y militares.
Don Alfonso, al ver el número de casas abandonadas y en su mayoría en ruinas, preguntó a qué obedecía, contestándosele que los obreros habían emigrado en gran número, ante la crisis minera que desde hace tiempo se sentía.[3]

A las 10 llegó a Los Alcázares donde fue recibido por el jefe y oficiales del aeródromo. Después visitó los hangares y demás dependencias militares.

A continuación se realizaron diversos ejercicios de tiro y simulacros de combates aéreos que el monarca contempló desde la costa.

Finalizado estos ejercicios el rey fue llevado hasta la isla Perdiguera donde se llevaron a cabo ejercicios de tiro desde los aviones con el disparo de diecinueve bombas de ensayo.

Terminadas las prácticas de tiro toda la comitiva se dirigió al Club de Regatas, frente al Hotel de la Encarnación donde se ofreció un lunch para 200 personas.[4]

De nuevo en Cartagena, ya por la noche, asistió a la puesta en escena de El alcalde de Zalamea a cargo de la Compañía Borrás en el Teatro Circo.

El día 22 a las ocho y media salió el Rey a altamar para presenciar las maniobras navales que se desarrollarían a la altura de cabo Tiñoso e isla de Escombreras. [5]

A las 4 y media de la tarde el rey se dirigió al Hospital de la Caridad donde visitó todas las dependencias, firmó en el álbum y dejó un fuerte donativo.[6]

Desde allí se dirigió a la estación de tren para dirigirse a Madrid, vía Murcia.



[1] El Liberal, 21 de marzo de 1923
[2] La Verdad, 21 de marzo de 1923
[3] La Verdad, 22 de marzo de 1923
[4] El Liberal, 22 de marzo de 1923
[5] El Liberal, 23 de marzo de 1923
[6] El Liberal, 23 de marzo de 1923






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