Como ya dijimos
en una entrada anterior publicada en este grupo de Facebook, Emilia Pardo Bazán
visitó Murcia durante el verano de 1899. Su objetivo, según ella misma
confiesa, era recorrer la huerta y conocer la obra de Salzillo.
Tras recorrer la
ciudad y la huerta marcha a Cartagena para volver de nuevo a la capital y
acometer el segundo objetivo de su visita a nuestra tierra, conocer la obra de
Salzillo.
La propia
escritora nos confiesa que no le fue fácil la tarea de poder admirar la obra
del genio. Para empezar preguntó en la fonda en la que se alojaba dónde podía
admirar la obra de imaginero y desde allí la mandaron al Museo Provincial donde
no había ninguna de sus obras. Tras más de una hora deambulando por el mueso
alguien la orientó hacia la iglesia de Jesús Nazareno a donde se dirigió en
coche para ganar tiempo y poder ver los santos antes de que cayese la tarde.
Pero una vez
allí surge una nueva dificultad. Para contemplar las obras de Salzillo hay que solicitar
permiso al Hermano Mayor de la Cofradía que por delegación concede el portero
de la iglesia.
Ya dentro de la
iglesia comprueba que los Pasos están distribuidos en capillas diferentes, y
para mirarlos es preciso trepar por escaleras de madera y tablados de acceso
dificultoso. Algunos se ven libremente pero otros están encerrados, no ya en
hornacinas ni camarines, sino en armarios, cuyos vidrios y barrotes estorban
casi del todo la vista.
Del Prendimiento
dice que “no concibo cosa más bella
que aquel Jesús, que presenta la mejilla al beso de Judas”. Es lo que más
le impresiona de la obra de Salzillo.
También le
impresiona La Oración en el Huerto.
De la Cena, opina que “
En definitiva,
su opinión sobre Salzillo después de admirar su obra es que se trata de un “consumado artista, reflexivo y dueño de los
secretos, y no el realista fiel hasta el servilismo que muchos le creen”.
Cumplidos sus objetivos en tierras murcianas la autora de “Los pazos de Ulloa” partió hacia Orihuela y Elche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario